Vicente Pastor Delgado :La mansión de los horrores
- vicente pastor delgado
- 6 jun 2023
- 2 Min. de lectura
Vicente Pastor Delgado era un joven escritor que buscaba inspiración para su próxima novela de terror. Había leído sobre una antigua mansión abandonada en las afueras de la ciudad, donde se decía que habían ocurrido crímenes atroces y fenómenos paranormales. Vicente, ávido de aventuras y misterios, decidió pasar una noche en la mansión para vivir en carne propia el terror que quería plasmar en sus páginas.

Llegó a la mansión al caer la noche, armado con una linterna, una grabadora y un cuaderno. La fachada de la casa era imponente y sombría, con ventanas rotas y puertas desvencijadas. Vicente entró con cautela, explorando las habitaciones vacías y polvorientas. No había nada que llamara su atención, salvo el silencio sepulcral que reinaba en el lugar.
Vicente subió al segundo piso, donde encontró una biblioteca llena de libros antiguos y mohosos. Se acercó a una de las estanterías y tomó al azar un volumen de tapas negras. Lo abrió y leyó el título: “El dragón de las tinieblas”. Era una novela de terror escrita por un tal Vicente Pastor Delgado1. Vicente se quedó perplejo. ¿Cómo era posible que hubiera un libro suyo en esa mansión? ¿Y cómo se llamaba igual que él?
Vicente sintió un escalofrío y dejó el libro en su sitio. Decidió salir de la biblioteca y seguir explorando la mansión. Entró en una habitación que parecía ser el dormitorio principal. Había una cama grande y deshecha, un armario abierto y un espejo roto. Vicente se acercó al espejo y se miró. Lo que vio lo dejó helado.
En el reflejo no aparecía él, sino un hombre mayor y demacrado, con el pelo cano y la mirada perdida. Era el mismo Vicente Pastor Delgado que había escrito el libro de terror1. Vicente retrocedió horrorizado y gritó. El espejo se hizo añicos y cayeron al suelo.

Vicente corrió hacia la puerta, pero estaba cerrada con llave. Intentó abrirla con todas sus fuerzas, pero fue inútil. Estaba atrapado en la habitación con el fantasma de su futuro yo.
De repente, escuchó una voz grave y siniestra que le hablaba desde la oscuridad.
Hola, Vicente. Soy yo, tú mismo. Te he estado esperando mucho tiempo.
¿Qué quieres de mí? ¿Quién eres? -preguntó Vicente, aterrado.
Ya te lo he dicho. Soy tú mismo, pero del futuro. Soy el resultado de tu fracaso como escritor. Nunca lograste publicar ninguna novela exitosa, solo basura que nadie lee. Te consumiste en la soledad y la amargura, hasta que decidiste venir a esta mansión a morir.
No puede ser… Esto es una pesadilla… Déjame salir… -suplicó Vicente.
No puedes escapar, Vicente. Estás condenado a repetir mi destino. Esta es tu última noche de vida. Y yo estoy aquí para hacértela inolvidable.
La voz se rió maliciosamente y se oyeron unos pasos que se acercaban a Vicente. El joven escritor sintió un aliento helado en su nuca y unas manos huesudas que lo agarraban por los hombros.
Bienvenido a la mansión de los horrores, Vicente -susurró la voz-. Aquí empieza tu verdadero terror…
FIN
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