Cómo perdí la Final Champions más emocionante de la historia por el bautizo de mi sobrino
Una historia real de frustración, decepción y amor familiar
Era el 28 de mayo de 2016 y se iba a jugar la Final Champions entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid en el estadio San Siro de Milán. Era un partido histórico, el derbi madrileño por excelencia, la revancha de la final de 2014 que ganó el Real Madrid en la prórroga. Era el sueño de todo aficionado al fútbol, ver a dos equipos de la misma ciudad disputarse la gloria europea.
Pero yo no pude verlo. Tenía un compromiso ineludible ese día: el bautizo de mi sobrino. Mi hermana me había pedido que fuera el padrino y yo no pude negarme. Sabía que era un honor y una responsabilidad, pero también sentía una enorme frustración por perderme el partido del año. Intenté convencer a mi hermana de cambiar la fecha, de grabar el partido, de seguirlo por el móvil, pero nada funcionó. Ella estaba empeñada en que el bautizo fuera ese día y que yo estuviera presente.
Así que me resigné y me vistí con mi mejor traje. Me puse una corbata rojiblanca, como guiño a mi equipo favorito, el Atlético de Madrid. Me dirigió a la iglesia con mi familia y traté de mostrar interés por la ceremonia. Pero en mi mente solo estaba el partido. Me preguntaba cómo iría el marcador, quién marcaría los goles, si habría prórroga o penaltis. Me imaginaba las jugadas, los regates, los disparos, los paradones. Me mordía las uñas, me tocaba el pelo, me miraba el reloj.
Cuando terminó el bautizo, salí corriendo a buscar un bar donde pudiera ver el final del partido. Pero ya era tarde. El partido había acabado y el Real Madrid había vuelto a ganar al Atlético de Madrid en los penaltis. Se quedó helado al ver las imágenes de los jugadores blancos celebrando y los rojiblancos llorando. No podía creerlo. Había perdido la oportunidad de ver la posible gesta de mi equipo y encima había vuelto a perder ante su eterno rival.
Me sentí triste, enfadado, decepcionado. Me pregunté si valió la pena perderse el partido por el bautizo. Me pregunté si algún día volvería a ver al Atlético de Madrid en una Final Champions. Me pregunté si algún día sería feliz.
¿Te ha gustado mi historia? ¿Te ha pasado algo parecido? Déjame tu opinión en los comentarios. Y si quieres leer más historias como esta, suscríbete a mi blog.
Comentários